Aunque hoy en día está muy de moda el running
y los trails, recordemos que la
carrera a pie, junto con caminar son parte de los movimientos naturales de los
que dispone el hombre, siendo además los medios de locomoción natural de que
dispone el hombre, siendo las carreras
pedestres un juego-deporte de gran tradición en las fiestas de nuestros
pueblos desde que se popularizarán allá en el siglo XIX.
Su denominación es variada, carreras pedestres, corridas, carreras al
“estilo del país”, corridas de pollos, nombre que le daba el premio que se
entregaba a los ganadores de las carreras, pollos que sin duda ayudaban en la
dieta, donde un pollo solo se consumía en los días de fiesta. En Aragón a los
corredores se les llama andarines y sin duda muy afamados por su resistencia.
El lugar donde se disputaban las carreras eran las plazas de los pueblos,
plazas de toros, eras o caminos que permitían circundar el pueblo, así como de
ida y vuelta por un mismo camino hasta algún punto determinado.
La indumentaria el “calzón corto” y normalmente descalzos. Las distancias
varían según las poblaciones y era habitual que los mozos de los pueblos fueran
recorriendo los pueblos de la redolada en búsqueda del ansiado pollo.
En nuestra Comarca ha habido una gran tradición de este juego-deporte
masculino y todavía hoy en día se incluyen en programas de fiestas, carreras
pedestres, teniendo constancia de ellas en localidades como Orcajo o Atea,
donde hasta hace pocos años acudían atletas amateurs. De nuevo el acomodo de la
sociedad actual, ha hecho que esta expresión deportiva sea incluído en el
programa infantil habiendo casi desaparecido en los actos para mayores.
Corredores de pollos en Cerveruela |
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